Trasfondo

Vanyr VI es el único planeta habitable de un pequeño sistema ubicado en los límites inferiores del Segmentum Ultima. Se trata de un sistema relativamente tranquilo cuya única relevancia reside en su papel como intermediario comercial entre las explotaciones de recursos de los sistemas exteriores y el interior del Segmentum, en una red de distribución que abastece los principales sistemas de la franja sur, desde Antagonis hasta Ishariel.

La proximidad a Antilae, la estrella del sistema, propicia un clima caluroso dividido en dos estaciones en función de la proximidad del planeta al astro. En la fase más distante la temperatura es ligeramente inferior, mientras que en la fase más próxima se registra un aumento de las temperaturas en todo el planeta así como la aparición de violentas tormentas magnéticas. Estas tormentas poseen una duración relativamente breve, entre uno y cinco días, pero cuando aparecen inutilizan la mayoría de sistemas tecnológicos e instrumentos de navegación forzando a las flotas comerciales a orbitar en torno al planeta el tiempo que sea necesario antes de poder descender al planeta.

La población del planeta oscila en torno a los 650 millones de habitantes, aunque la inmensa mayoría de ellos se encuentran congregados entorno a Argos Prima, la capital, en la que se hacen los negocios que mantienen vivo el sistema, cobrando impuestos y peajes a todos aquellos comerciantes y traficantes que movilizan mercancías a través de sus dominios. Aquellos que no viven en Argos Prima, se congregan en complejos manufactureros que procesan alimentos, ropa y armamento para todo el planeta; o bien en las escasas instalaciones defensivas con las que cuenta Vanyr VI.

Firmemente aferrados a la Lex Imperialis, Vanyr VI supone un ejemplo de eficiencia administrativa y de contribución al Imperio. Conscientes de que su papel en el arcaico y oxidado engranaje imperial es lo único que les permite seguir existiendo, los ciudadanos del planeta no dudan en trabajar y contribuir con sus impuestos a la gloria del Imperio. Esto, unido a la relativa inactividad de la franja inferior del Segmentum Ultima, hace que la situación de la zona resulte realmente lucrativa para las arcas imperiales, que ingresan gran cantidad de recursos y beneficios sin tener que sostener un esfuerzo militar significativo.